CENTROS PENITENCIARIOS

En el caso que la persona que debe evaluarse y de la cual haya que emitir un Informe Psicológico forense, se encuentre privada de libertad en un Centro Penitenciario, el Psicólogo Forense puede trasladarse a la Prisión con el objeto de recabar la información solicitada, siempre y cuando sea autorizada su visita por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Los Informes Psicológicos Forenses realizados a los internos en los Centros Penitenciarios se ajustarán siempre a la absoluta y total objetividad e imparcialidad que la Ciencia de la Psicología contempla. Jamás se atenderán a peticiones interesadas o a juicios subjetivos. La ética y la moral guiarán toda la Evaluación Psicológica Forense. Evaluación que dotará a la Pericia de la absoluta imparcialidad.

¿Y si deseo que un Psicólogo acuda para darme terapia en la cárcel?

Si deseas que acudamos a darte terapia en el Centro Penitenciario o Centro de Inserción Social donde te encuentres cumpliendo condena, puedes pedir a un familiar, amigo o allegado que se ponga en contacto con nosotros.

Recibirás un Programa de Tratamiento totalmente personalizado y adecuado a tus circunstancias individuales, sea cual sea el delito o delitos por el que te encuentras cumpliendo condena.

Me gustaría que un Psicólogo fuera a ver a mi hijo a la cárcel

Si deseas que un psicólogo se traslade a prisión para atender a tu hijo, ponte en contacto con nosotros y te explicaremos cómo es el proceso que se debe seguir para que entremos a atender a un interno dentro de un Centro Penitenciario.

Si necesitas mis servicios o tienes cualquier duda, puedes ponerte en contacto conmigo.

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¿Cómo es una terapia en prisiones?

Dentro del ámbito penitenciario se desarrollan programas de tratamiento tanto en medio abierto como dentro de Centros Penitenciarios. Muchos de estos programas de tratamiento, talleres y terapias, se llevan a cabo por parte de voluntarios (generalmente estudiantes de grado en Psicología, Criminología y Trabajo social), funcionarios del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias, especialidad Psicólogos y, en contadas en ocasiones, por personal contratado (por ejemplo, Psicólogos que trabajan en alguna asociación, empresa o son autónomos).

A día de hoy, se desarrollan terapias para internos condenados por violencia de género, agresión sexual, delincuencia económica, etc. A su vez, también se realizan talleres sobre control de la ira, entrenamiento en habilidades sociales y conducta asertiva, entre otros. Podemos encontrar información sobre diferentes programas de tratamiento en la página web oficial de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Las terapias en prisión suelen generalmente desarrollarse en grupo. Aunque en ocasiones también se autoriza alguna terapia individual para algún interno en particular.

¿Son obligatorias para los internos?

No. Las terapias y los diferentes programas de tratamiento no son obligatorios. Aunque muchos internos informen que es una obligación encubierta, pues si no asisten, no se tendrá en cuenta en su evolución.

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¿Las cárceles reinsertan?

Esta es una de las grandes preguntas que siempre me hacen. Ojalá pudiera decir que rotundamente “SÍ”, pero año tras año tengo más dudas. Hay varios factores que identifico cuando entro en una prisión y me pregunto si lo que hago tiene utilidad:

  • Sabemos que la personalidad es estable y duradera. Luego entonces, la reinserción no solo está en las manos del terapeuta que acude a prisión, ni de los funcionarios, ni de las características arquitectónicas del centro, ni del código penal, ni de la Ley General Penitenciaria, ni del Reglamento Penitenciario, ni del ambiente al que vuelva al salir de la cárcel…¿entonces de qué depende que una persona se reinserte? Para mí, ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE DEPENDE DE UNO MISMO. Eso sí, depende de uno mismo, si sabe cómo usar los recursos (pocos y a veces de difícil acceso), que ofrece la Sociedad.
  • ¿Quieres reinsertarte? Aprovecha el tiempo en prisión, pero,siempre hay un “pero”. En múltiples ocasiones no es fácil acceder a talleres formativos de prisión, actividades, destinos, etc. A veces, solo queda el patio. Quizá deberíamos preguntarnos ¿el patio de la cárcel reinserta?
  • Muchos internos desean reinsertarse pero no ven que nadie les pueda ayudar. A día de hoy, muchas fundaciones y asociaciones realizan trabajos excelentes con muchos internos, aun así, faltan muchísimos recursos. Volvemos a lo mismo ¿DEPENDE LA REINSERCIÓN DE UNO MISMO?
  • ¿Es igual la reinserción de un violador o de un asesino que de otro tipo de interno? Desde mi punto de vista no tienen mucho en común. Son, en muchas ocasiones, no siempre, diferentes las características de personalidad de uno u otro interno. Por ejemplo, es posible que un joven de 25 años que se encuentre cumpliendo condena por delito contra la salud pública y que venga de un ambiente social muy pobre, necesite para reinsertarse un buen taller de búsqueda de empleo o de economía familiar, incluso una escuela de padres si tiene hijos. Pero si tenemos delante a un hombre de 55 años, cumpliendo condena por abuso sexual a menores, es muy posible que intentemos dirigir su tratamiento hacia el control del abuso. ¿Facilísimo no?

¿Qué debo tener en cuenta si voy a dar una terapia en un Centro Penitenciario?

Debemos tener muy en cuenta los siguientes aspectos:

  1. Debemos respetar en todo momento las indicaciones de los funcionarios de prisiones. Tratarles con respeto y educación.
  2. No podemos entrar con ningún tipo de aparato electrónico que no haya sido previamente autorizado. Y para no generar problemas, mejor entrar en la terapia con lápiz y papel.
  3. No podemos introducir ningún teléfono móvil. Son un bien muy preciado en los Centros Penitenciarios por parte de los internos.
  4. Llevar siempre nuestro DNI.
  5. Estar siempre alerta de lo que nos cuentan los internos. Nos mentirán. No somos jueces, ni abogados, ni policías, ni detectives. La mentira forma parte de nuestro trabajo.
  6. Cada interno es diferente de otro. Cada delito nos habla de un tipo de personalidad diferente. Cada persona es única.
  7. No olvidar que nada justifica el dañar a otro.
  8. ¿Confrontar? A mí no me sirve para nada. Si a algún terapeuta le sirve, me encantaría me lo explicara.
  9. No olvidar el delito. Jamás olvidar el delito. Conocerlo, estudiarlo, investigarlo.
  10. Cerrar los ojos y pensar en la víctima. Después abrir los ojos y mirar al autor. Pruébalo.

Terapia con violadores en prisión

Las terapias con violadores en prisión generalmente son geniales. Sí, sí, geniales. Son generalmente correctos, escuchan, traen las tareas que se solicitan entre sesiones, pero ¿sirve para algo? Hay estadísticas variadas que dicen que sí, que efectivamente tienen efectividad, que los violadores disminuyen su actividad delictiva o incluso no vuelven a llevarla a cabo. Yo no lo sé, y mi sensación es que cada día sé menos. Cuando los tengo delante y me escuchan, me agradecen, me sonríen…no sé qué pensar. Vuelvo al despacho y estudio y estudio y estudio, busco y vuelvo a buscar artículos, nuevas terapias, innovadores tratamientos, bases biológicas de la conducta…y cuando vuelvo a prisión pruebo una técnica, luego otra, luego me desespero, después veo algún resultado, luego el resultado se desvanece…

Hay investigadores que centran la terapia en prisiones en los rasgos de personalidad, otros en el machismo que corre por sus venas, hay quienes incluso hablan de una actividad anormal a nivel cerebral. A veces he llegado a pensar que son seres humanos defectuosos, caprichos de la naturaleza, individuos fruto de una especie de broma de la evolución. Cada año que pasa tengo más dudas sobre ellos y aumenta mi necesidad de conocer, de investigar, de hablar más y más con ellos. ¿por qué decidieron violar a una mujer? ¿por qué decidieron hacer daño? ¿por qué les importó tan poco?

Cada violador es diferente de otro, a unos les gustan altas, a otros bajitas, a otros con coleta, a otros más jóvenes, a otros más maduras. Unos actúan muy rápido, otros actúan muy despacio, unos son discretos, otros van como locos. Unos eligen víctimas al azar, otros prefieren mujeres conocidas. ¿Enseñamos entonces a las niñas a que no las violen o enseñamos a los niños a no violar?

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Terapia con maltratadores en prisión

Debo tener pinta de jueza, porque siempre que llevo a cabo una terapia con hombres que han ejercido violencia hacia sus parejas, me paso horas escuchando frases justificando hechos, culpando a todo el mundo, a la víctima, al sistema, a la ley, a la policía, a la guardia civil, a 016, a todo y a todos, menos a ellos mismos.

Y en todas y cada una de las terapias me preguntan una y otra vez ¿y tú qué harías si…?

De vez en cuando te encuentras alguna persona que lo acepta, y ahí veo alguna esperanza. Pero ¿por qué lo van a aceptar? si en muchísimas ocasiones sus familias y amigos les apoyan, les reconocen el famoso ella está loca, sus abogados les dan la razón por seguirles la corriente o porque realmente se lo creen, los demás internos les apoyan, encuentran en ellos otros hombres en su misma situación que les comprenden.

Quiero ser psicóloga de prisiones. Estoy estudiando las oposiciones a psicólogo de prisiones

Si estás preparando las oposiciones para el Cuerpo Superior de Técnicos en Instituciones Penitenciarias, quizá sería bueno que tuvieras contacto previo con algún funcionario que te informara bien de cómo va a ser tu trabajo. Son oposiciones muy duras que requieren muchas horas de estudio y mucho esfuerzo. Es una pena ver cómo muchos psicólogos aprueban las oposiciones a prisiones y se encuentran con la realidad de los centros penitenciarios, mucho papeleo, poca terapia… por este motivo, si deseas trabajar en una cárcel, habla con gente e intenta entrar a una. Todo lo que te cuenten los funcionarios será bien recibido. Piensa si realmente es lo que deseas.

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